Hace un tiempo decidí ver la película de "La ola". Una película que muestra como un profesor de un instituto decide llevar a cabo un proyecto sobre el
totalitarismo porque deseaba hacer un seminario sobre "Anarquía" pero finalmente debe de hacerlo sobre "Autocracia". Pero la evolución de este totalitarismo se agrava hasta tal punto que a los cinco días el proyecto debe ser cancelado.
En la película el profesor establecer una
definición, sobre el sistema autocrático que es aquel en el que un
tirano impone su voluntad como ley suprema. El profesor considera que sus alumnos alemanes han aprendido la lección histórica del periodo nazi, por lo que decide realizar un experimento:un juego en el que establece provisionalmente en la clase un régimen autoritario, para ver como evoluciona y se comportan sus alumnos.
Además el profesor adopta formas disciplinarias: exige ponerse
de pie para hablar, sentarse con la espalda derecha, controlar
la respiración, llamarle señor, manda marcar el paso a sus alumnos, escoger uniforme, potencia el
espíritu de equipo y el sentimiento de pertenencia al grupo. En muy poco tiempo los alumnos no tardan en
diseñar logos, insignias, saludos… algo que será muy decisivo porque los identifica como grupo y une más. De esta forma aspiran a constituirse en un movimiento
influyente.
Aunque algunos alumnos manifiestan escepticismo, la reacción
mayoritaria es entusiasta, cercana a la fascinación ante el poder intimidatorio
y el liderazgo, con el paso de los días los alumnos empiezan a hablar ya de armas y
acción.
Mientras todo esto sucede el profesor fuera de clase lleva su vida ajena a todo lo que se está germinando, habla de su pasado de anarquista okupa, vive con su mujer en una casa flotante...etc. Se equivoca al creer que tiene la situación bajo
control la situación, hasta que se da cuenta de que los conflictos están cobrando fuerza rápidamente. La película sigue algo más de cerca a media docena de
personajes representativos de la total docilidad, de la rebeldía, de la
indecisión, del oportunismo trepador pero se ciñe de modo bastante funcional y
económico al curso del experimento, con eficacia, en una estética supeditada a
la intención cívica.
Lo que realmente quiere mostrarnos la película es que en las clases se podría dar perfectamente un totalitarismo con la ayuda del cultivo adecuado como son los símbolos identificativos, un líder y unas normas.
Al final de la película con el desenlace se reitera la pregunta: ¿Hemos aprendido la
lección?
Y pasa al espectador la tarea de responder.
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